Document Type

Article

Journal/Book Title/Conference

Decimonónica

Volume

4

Issue

2

Publisher

Decimonónica

Publication Date

2007

First Page

77

Last Page

94

Abstract

En la literatura mexicana decimonónica, la figura del bandido surge como un tema de fascinación e interés. Pero el bandido mexicano no es celebrado como el bandido social (a la Robin Hood) que describiría Hobsbawn (Bandidos 1969) para el caso europeo. Para los autores mexicanos el bandido es un desafío al orden económico, social y político que el estado lucha por retener. Esta figura no es una entidad pre-política ni mucho menos “social” que deba ser admirada. Es un criminal vinculado por interés a la élite y que tiene aspiraciones a ser parte de ella. Más allá de ser una curiosidad histórica o articulación romántica, la construcción literaria del bandido mexicano a finales del siglo diecinueve apunta a una estrategia por parte de los autores de incriminar, de descubrir lo encubierto. La sociedad que se destapa y re-presenta en estas narrativas es una de fronteras borrosas entre la legalidad y criminalidad, entre lo legítimo e ilegítimo. El bandido entonces, se convierte en un tropo para la tensión entre el orden y el desorden que reinaba durante el porfiriato, período en que se escriben estas novelas.

Share

COinS